Thursday, March 01, 2012

"Lo que define a estos espíritus -y a la ninfa en particular- es que, a pesar de ser enteramente semejantes al hombre por su aspecto, no han sido engendrados por Adán, sino que pertenecen a un segundo grado de la creación, "diferente y separado tanto de los hombres como de los animales.
"En todo caso, lo que define a los espíritus elementales es que no tienen alma, y no son en consecuencia ni hombres ni animales (puesto que poeseen razón y lenguaje), y tampoco propiamente espíritus (puesto que tienen un cuerpo). Más que animales y menos que humanos, híbridos de cuerpo y espíritu, son pura y absolutamente "criaturas": creadas por Dios en los elementos mundanos y como tales sometidas a la muerte, han quedado para siempre fuera de la economía de la salvación y la redención.

"Cristo murió y nació para aquellos que no proceden de Adán: a pesar de ser en cierto modo hombres, carecen de alma.

"Lo que define la especificidad de las ninfas con respecto a las otras criaturas no adánicas es que pueden recibir un alma si se unen sexualmente con un hombre y engendran un hijo con él.

"La historia de la ambigua relación entre los hombres y las ninfas es la historia de la difícil relación entre el hombre y sus imágenes."