Thursday, March 01, 2012

"Lo que define a estos espíritus -y a la ninfa en particular- es que, a pesar de ser enteramente semejantes al hombre por su aspecto, no han sido engendrados por Adán, sino que pertenecen a un segundo grado de la creación, "diferente y separado tanto de los hombres como de los animales.
"En todo caso, lo que define a los espíritus elementales es que no tienen alma, y no son en consecuencia ni hombres ni animales (puesto que poeseen razón y lenguaje), y tampoco propiamente espíritus (puesto que tienen un cuerpo). Más que animales y menos que humanos, híbridos de cuerpo y espíritu, son pura y absolutamente "criaturas": creadas por Dios en los elementos mundanos y como tales sometidas a la muerte, han quedado para siempre fuera de la economía de la salvación y la redención.

"Cristo murió y nació para aquellos que no proceden de Adán: a pesar de ser en cierto modo hombres, carecen de alma.

"Lo que define la especificidad de las ninfas con respecto a las otras criaturas no adánicas es que pueden recibir un alma si se unen sexualmente con un hombre y engendran un hijo con él.

"La historia de la ambigua relación entre los hombres y las ninfas es la historia de la difícil relación entre el hombre y sus imágenes."

Wednesday, December 28, 2011

"¿Qué es, a saber, un acto? ¿Por qué el suicidio es el acto par excellence.? El acto difiere de una intervención activa (acción) en
que transforma radicalmente a su portador (agente): el acto no es simplemente algo que “llevo a cabo”; después de uno, literalmente, “no soy el mismo que antes”. En este sentido, podríamos decir que el sujeto “sufre” el acto (“pasa a través” de él) más que “llevarlo a cabo”: en él, el sujeto es aniquilado y posteriormente renace (o no), es decir, el acto implica una especie de eclipse, aphanisis, temporal del sujeto. Lo que constituye la razón por la cual todo acto digno de este nombre es “loco” en el sentido de una inexplicabilidad radical: por su intermedio, pongo en juego todo, incluyéndome a mí mismo, mi identidad simbólica; el acto siempre es, por lo tanto, un “delito”, una “transgresión”, a saber, del límite de la comunidad simbólica a la que pertenezco. El acto se define por este riesgo irreductible: en su dimensión más fundamental, es siempre negativo, es decir, un acto de aniquilación, de extirpación–no sólo no sabemos que saldrá de ello, sino que su resultado finales, en última instancia, hasta insignificante, estrictamente secundario en relación con el ¡NO! del acto puro–."

"En esto consiste, según Lacan,el momento más sublime del amor: en esta inversión en que el objeto amado se esfuerza por librarse del callejón sin salida de su posición, de la imposibilidad de cumplir con la demanda del amador, volviendo a tender su mano a éste y respondiendo, así, a la falta/deseo del amador con su propia falta. El amor se basa en la ilusión de que este encuentro de dos faltas puede tener éxito y engendrar una “nueva armonía”. En ello consiste también la suprema sublimidad del gesto de Cristo: ¿qué es, sino un signo del amor de Dios por el hombre.? En respuesta al amor del creyente por Él, en respuesta a las manos que el creyente Le tiende, el propio Dios se transforma en amador y se extiende hacia el hombre, ocultando con ello el abismo de la Otredad que ningún sacrificio podría apaciguar, es decir, con el cual no es posible ninguna relación de intercambio.

"Considerando que la voz a la que el psicoanálisis abre el espacio para que se articule, prestándole un oído, es precisamente la de la víctima como objeto de fascinación (histérica femenina), uno no puede sino maravillarse ante el hecho de que incluso algunos lacanianos reduzcan el psicoanálisis a una especie de asunción heroica de un sacrificio necesario y constitutivo –aquellos para los cuales el psicoanálisis termina cuando el analizante es capaz de aceptar un renunciamiento fundamental como condición de acceso al deseo (“castración simbólica”)–. Lacan está lo más lejos posible de tal ética del sacrificio heroico: la falta que el sujeto debe asumir no es la suya propia sino la del Otro, lo cual es algo incomparablemente más insoportable. El Otro no posee lo que al sujeto le falta, y ningún sacrificio puede compensar esta falta de aquél.

"Esta “retirada” del sujeto respecto del Otro es lo que Lacan llama “destitución subjetiva”: no un acto de sacrificio (que siempre implica al Otro como su destinatario) sino un acto de abandono que sacrifica al sacrificio mismo. La libertad así alcanzada es
un punto en que nos encontramos no sólo sin el otro como nuestro prójimo, sino sin sostén en el mismo Oto–como tal, es insoportablemente sofocante, exactamente lo opuesto del alivio, de la “liberación”–. Es decir, la “liberación” siempre implica una referencia al Otro como Amo: en última instancia, nada libera tan bien como un buen Amo, puesto que la “liberación” consiste
precisamente en pasarle la carga al Otro/Amo.

"Ahora podemos también definir la trampa ten-dida por los films de Rossellini en el nivel de su forma. Ya constituye un lugar común entre los teóricos del cine contraponerlo a los “manipuladores” que crean sentido mediante intervenciones artificiales en el material cinematográfico (por ejemplo, el montaje): en contraste con ese procedimiento, se supone que aquél dejaba que el material no organizado hablara por sí mismo, es decir, renunciaba a la posición del artista como Amo que mueve los hilos y limitaba su papel al de recolector/observador del material cinematográfico, manteniendo su mente abierta a la
contingencia de lo Real. En los films de Rossellini, el sentido no resulta de la manipulación consciente del autor, sino que surge
del propio material por medio de actos de gracia milagrosos e impredecibles (André Bazin intentó de este modo detectar las
raíces de su cristianismo precisamente en las cualidades formales de sus films). Pero si esto fuera así, Rossellini procedería, en
cierta forma, a la manera del analizante en las asociaciones libres: hilando fragmentos de lo Real y contando con la presencia del gran Otro (Dios) para producir sentido, es decir, implicando aún al Otro como garantía del sentido. Más bien, lo que hace, en realidad, es exactamente lo contrario: todo el tiempo podemos sentir en sus films un tremendo esfuerzo de “manipulación”, de puesta bajo control del exceso de lo Real, y los rasgos que habitualmente se consideran como pruebas de su “modernismo” (por ejemplo, el “tiempo vacío” que subvierte la narración lineal) son precisamente mojones del fracaso en alcanzar su meta; la grandeza de Rossellini radica en el hecho de que incluyó en sus films, de manera intencional, huellas de su propio fracaso –lo que es “moderno” en ellos es que la tensión entre “manipulación” y material es

"¿Qué son Stromboli, Europa ‘51 y Viaje a Italia sino intentos de integrar, de superar el encuentro traumático con Ingrid Bergman, su acto de decir “¡No!” a Hollywood y unirse a Rossellini en la cumbre de su estrellato, esta tremenda decisión, un verdadero acto de “locura” con el que nada en la propia vida de aquél, llena de maniobras oportunistas, puede equipararse? Es cierto, todos sus films protagonizados por ella despliegan una actividad frenética para equilibrar la dignidad de su acto, para compensarlo, pero el acto fue de ella."


Slavoj Zizek, ¡Goza tu síntoma!

Monday, October 17, 2011

Esta película es una autoficción. Yo sufrí de esquizofrenia. Me cuestioné mucho sobre mi yo (?) después de haber tenido un brote de psicosis, es por eso que realizo esta obra. Se que me dirijo hacía el fracaso, que somos en esencia vacío y que el que dice yo hacía el otro no es el mismo que se lo dice a los adentros, pero aún así me interesa transitar por este derrotero, cómo quién se arroja al vacío. Al principio, en ese momento después de una crisis de psicosis dónde uno no está muy cuerdo pero ya no se tienen alucinaciones, quise dedicarle mi película a Aimé, esa mujer de la cuál estaba enamorado y nunca había visto en persona. Pasó mucho tiempo para que me convenciera del todo de que no existía, de que el rostro de ese ser divino que articula nuestra identidad en realidad no existe, que estamos solos al momento de construirnos a nosotros mismos. Y sin embargo aquí estoy, a la deriva en esta ciudad de cosas fortuitas, recordando los rostros plasmados en la casa de mis padres, en la cuál aún vivo pero que abandonaré muy pronto. Nací en esta casa y nunca he vivido en otro lugar. Aimé habita esta casa, es el fantasma que recorre sus pasillos en mis ensoñaciones diurnas. Ha tomado muchos rostros: por ejemplo, en este cuadro, que ha estado ahí desde que tengo memoria. A un lado se encuentra su alma gemela: lloran porque no están juntos, fueron separados en el tiempo y en el espacio. Ellos son Aimé y yo, yo y mi ninfa, de la cuál proviene la locura. Siempre la relacioné con mi infancia, con cierto paraíso perdido. Hay una fotografía dónde tengo el rostro triste, cuando estaba aún en la guardería. Cuando estuve loco estaba seguro que en esa fotografía aparezco triste porque se la habían llevado de mi lado. No, mi infancia no es mi paraíso perdido: me recuerdo cómo un niño perdido en su imaginación. Ella es mi paraíso perdido. Aún siento nostalgia de cuando su existencia habitaba mi cuerpo, cuando me hacía gozar a cada instante, para después despertar y ver que no, que nadie estaba allí, tan solo una voz en mis nervios. Ese goce, ese sufrimiento, es lo más intenso que ha habido en mi vida. Hay una prueba ética que nos dice que si no repitieras eternamente el instante que estas viviendo significa que algo estas haciendo mal en tu vida. En mi convalecencia yo no hubiera repetido mi enfermedad eternamente, pero no, ahora no, en este instante, en el tiempo que me queda por vivir, yo podría repetir eternamente el nombre de Aimé. Y eso eso por qué he decidido hablar de mi esquizofrenia, aunque sea lo que más me duele en la vida: para rememorar ese goce cuyo temblor aún hace estremecer mis huesos.

Saturday, July 16, 2011

..."caer enamorado" (la palabra" caer" señala la desorganización de la marcha de las cosas), ser tomado por el furioso insomnio de un pensamiento, o comprobar que algún compromiso político radical resulta incompatible con todo principio de interés inmediato, me obliga a evaluar la vida, mi vida de animal humano socializado, según otro patrón que el de esa vida en sí misma. Especialmente cuando, más allá de la evidencia dichosa o entusiasta de la captura, sé trata de saber si, y cómo, continúo en la vía de la desorganización vital, dotando así a la desorganización primordial de una organización paradojal segunda, la misma que hemos nominado "consistencia ética".

"Toda absolutización de la potencia de una verdad organiza un Mal. No solamente este Mal es destrucción en la situación (porque la vocación de aniquilar la opinión en el fondo es idéntica a la vocación de aniquilar, en el animal humano, su animalidad misma, o sea su ser), sino que, finalmente, también es interrupción del proceso de verdad en cuyo nombre se efectúa, al no preservar en la composición de su sujeto, la duplicidad de los intereses (interés‐desinteresado e interés a secas)."

Alain Badiou, Ética. Ensayo sobre la conciencia del Mal

Friday, September 24, 2010

"Imposible perdonar a quien nos ha hecho daño, si ese daño nos ha rebajado. Mejor pensar que no nos ha rebajado, sino que ha elevado nuestro verdadero rango.

"Perdonar. No se puede. Cuando alguien nos ha hecho daño, se crean determinadas reacciones dentro de nosotros. El deseo de venganza es un deseo de equilibrio esencial. Búsquese el equilibrio en otro plano. Hay que llegar por sí mismo hasta ese límite. Allí se palpa el vacío. (Ayúdate a ti mismo, y el cielo te ayudará...).

"La búsqueda del equilibrio es mala porque es imaginaria. Hasta el que uno mate o torture de hecho a su enemigo es, en cierto sentido, imaginario.

"Tragedia de quienes, al término de un tiempo determinado y habiéndose conducido por amor al bien por una vía en la que hay que sufrir, llegan a su límite y se envilecen.

"Toda forma de recompensa supone una degradación de energía.

"El contento de sí mismo por una buena acción (o una obra de arte) constituye una degradación de energía superior. Por eso la mano derecha debe ignorar...

"No ejercer todo el poder de que se dispone es soportar el vacío. Ello va en contra de todas las leyes de la naturaleza: sólo la gracia lo puede conseguir.
La gracia colma, pero no puede entrar más que allí donde hay un vacío para recibirla, y es ella quien hace ese vacío.

"Amar la verdad significa soportar el vacío y, por consiguiente, aceptar la muerte. La verdad se halla del lado de la muerte.

"Descender a la fuente de los deseos para arrancarle la energía a su objeto. Allí es donde, en cuanto a energía, los deseos son verdaderos. Lo falso es el objeto. Pero al separar un deseo de su objeto, se produce un indescriptible desgarro del alma.

"No hay que buscar el vacío, porque disponer el pan sobrenatural para llenarlo sería como desafiar a Dios.
Tampoco hay que huir de él.

"Si el grano no muere... Debe morir para liberar la energía que lleva en sí con el fin de que se formen a partir de él otras combinaciones. De igual manera debemos de morir nosotros para liberar la energía afectada y adquirir una energía libre suscepitble de amoldarse a la verdadera filación de las cosas.

"No hay que ser yo, pero aún menos nosotros.
La ciudad brinda la sensación de hallarse en casa.
Tener en el exilio la sensación de hallarse en casa.
Arraigarse en la ausencia de lugar.
Desarraigarse social y vegetativamente.
Exiliarse de toda patria terrestre. Hacerle todo eso a otro, desde afuera, es un sucedáneo de la descreación. Es producir irrealidad.
Con el desarraigo se busca más realidad.

"No deseo que este mundo creado ya no me sea sensible, sino que no sea por mí por lo que sea sensible. A mí no puede revelarme su secreto, demasiado elevado. Váyame yo, e intercambien sus secretos el creador y la criatura.
Ver un paisaje tal como es cuando no estoy allí.
Cuando estoy en algún sitio, profano el silencio del cielo y de la tierra con mi respiración y los latidos de mi corazón."

Simone Weil, La gravedad y la gracia

Tuesday, September 21, 2010

Los hindúes piensan que cuando se conoce el Absoluto uno alcanza la liberación. Pero aún cuando uno sabe que todo está hecho de una misma materia, permanecen los afectos. Y después de todo uno se pregunta: ¿qué es mejor, ser esclavo o no desear? ¿Qué será preferible, una vida libre pero vacía o una llena de pasiones? Al final, el que conoce el Absoluto, puede simplemente amar al otro, ya que reconoce en todo al Ser, dedicándole sus pasiones a aquello que todo lo abarca, sabiendo que ese instante es efímero y que el dolor vale la pena ser sufrido. ¿Qué clase de amor produce el estoicismo del sabio? El amor al presente, esa línea recta donde todo el mundo se pierde y que si siguiéramos más allá de la razón, cómo dicta la intuición, eliminaríamos las pasiones tristes y toda clase de melancolías: eso que es infinitamente divisible en pasado y futuro, infinito que al ser síntesis que abarca todo el tiempo hace que no haya necesidad de nada más. Una gota de agua, el inicio de una sonrisa e inclusive ese partir del cuerpo a otro lugar cuando sufre, todo es es parte de la experiencia única de la cuál sólo el ignorante puede querer escapar. Sin identificación con nada más que con el origen de todo.

Monday, July 12, 2010

"HOMBRE, si aún eres algo, si algo sabes, algo amas y posees:
no estás, créeme, libre de tu carga.

LA muerte es algo venturoso: cuanto más fuerte es,
más majestuosa se escoge de ella la vida.

MURIENDO mil veces, el hombre sabio
solicita mil vidas por la verdad misma.

LA muerte de la que no florece una nueva vida,
es la que mi alma huye entre todas las muertes.

NO creo en la muerte: si muero a cada hora,
he encontrado cada vez una vida mejor.

DIGO, puesto que sólo la muerte me libera,
que es ella la mejor cosa, entre todas las cosas.

DIGO que nada muere: sólo que otra vida,
aun la de tormentos misma, es dada por la muerte.

CUANDO tomas las cosas sin ninguna distinción,
quedas calmo e igual, en el amor y en el dolor.

QUIEN nada ansía, nada tiene, nada sabe, nada ama, nada quiere,
aún mucho tiene, sabe, ansía y ama.

QUIEN en la dicha, en el dolor y en el tormento permanece inmóvil:
ése no puede ya estar lejos de la igualdad de Dios.

HOMBRE, si obras virtud con trabajo y esfuerzo,
aún no la tienes, luchas aún por ella.

DIOS es la cosa más pobre, está enteramente desnudo y libre:
por eso digo con toda razón, que la pobreza es divina.

DIOS es la eterna quietud, porque nada quiere ni busca:
del mismo modo tú, si no quieres nada, serás mucho.

QUIEN quiere ser igual a Dios, debe volverse desigual a todo,
estar vacío de sí mismo, y libre de pesares.

APRISIÓNAME con el rigor que quieras en mil hierros,
que estaré por entero libre y sin cadenas.

HOMBRE, no se va al Paraíso sin estar probado:
si quieres entrar en él, debes pasar por el fuego y por la espada.

DICES que en el firmamento hay un solo sol:
yo digo, empero, que hay muchos miles de soles.

TAN pronto como el diablo pudiera salir de su apego a sí,
lo verías ocupar el trono de Dios.

EL cielo está en ti, y también el suplicio del infierno:
lo que escoges y quieres, lo tienes por doquier.

HOMBRE, si no te vuelves niño, jamás entrarás
donde están los niños de Dios: la puerta es muy pequeña.

HOMBRE, si estás vacío, el agua mana de ti,
como de la fuente de la eternidad.

LA Sabiduría se encuentra a gusto donde están sus niños.
¿Por qué? (¡oh milagro!), ella misma es un niño.

DIOS no es alto, no es profundo: quien dice lo contrario,
tiene aún de la verdad muy mala lección.

DE que tu vista se ciegue al mirar el sol,
son culpables tus ojos, y no la intensa luz.

TÚ mismo haces el tiempo: el reloj son los sentidos;
si tan sólo contienes el volante, el tiempo muere.

¡NO sé qué hacer! Todo me da igual:
lugar y no-lugar, eternidad, tiempo, noche, día, dicha y
sufrimiento.

AMIGO, si siempre cantáramos todos algo único,
¿qué coro sería éste, y qué canción?

LO que el querubín llega a conocer, no puede bastarme:
yo quiero volar por sobre él, adonde nada se conoce.

LA rosa es sin porqué, florece porque florece,
no se cuida de sí misma, no pregunta si se la ve

QUÉ necio es el hombre que bebe del charco,
y deja la fuente que mana en su casa.

NADA es el mejor consuelo. Si Dios retira su brillo,
debe la mera nada ser tu consuelo en el desconsuelo.

EL mundo no te retiene: tú mismo eres el mundo,
Que tan duramente en ti, te tiene contigo prisionero.

QUIEN se allana ante todo, y todo soporta dulcemente,
Debe ser cordero y león, en un único ser.

NADA te eleva por sobre ti, sino la aniquilación:
quien está más aniquilado, tiene más divinidad.

¡AY, sí! si yo en el Tú, y tú en el yo fuera uno;
Podría el cielo ser cielo mil veces.

LA sabiduría nada censura: mas debe sin embargo, ella
y su criatura, ser a menudo censurada."

Angelus Silesius, Peregrino querúbico

Friday, May 21, 2010

Cuando uno explora al yo uno no encuentra un vacío sino una inmanencia, nos damos cuenta que somos una construcción hecha por todo lo que nos rodea, una substancia que puede dársele muchos nombres pero que en su inmensidad termina siendo inefable. La exploración del yo hace que éste estalle en una multiplicidad. La búsqueda del yo no es la antítesis de su desaparición. La exploración del yo paradójicamente es una herramienta contra la lucha contra el ego.

Cuando encontramos el vacío en nosotros mismos lo podemos interpretar cómo una profetización del devenir. Es común que el símbolo de ese devenir sea la muerte, una muerte en vida provisional que no nos abre la puerta al Ser pleno y sin divisiones, sino todo lo contrario, al Ser escindido por el flujo del tiempo.

La creación es una de las herramientas para abrirnos a esa muerte, a perderle el miedo, ya que esta es una forma de meditación, una vía espiritual.

Wednesday, April 28, 2010

Si bien en la mesura se encuentra la belleza en el radicalismo se encuentra lo sublime: la espada y el escudo.

Wednesday, April 21, 2010

A veces sólo los místicos comprenden qué paradojas esenciales para la existencia y cuestiones para entender la irrealidad que emana del mundo físico son irresolubles por medio de la razón, que es una causa de alegría lo cambiante de la realidad y que su negación nos lleva a caminos inexplorados dónde existe la posibilidad de alcanzar una verdad más allá de la que nuestra mente, atrapada en un laberinto de ilusiones, no puede alcanzar, tan sólo lo hace alcanzando el conocimiento oculto que nos muestra que cada fragmento de lo que percibimos es parte de un totalidad, que hay algo más allá de nuestro entendimiento que merece nuestro respeto, incluso nuestra veneración, sin importar que forma le demos, tan sólo evitando cualquier forma de dogma, incluso los dogmas del ateísmo, que no es más que otro nombre del cinismo contemporáneo que habita en los corazones de las gran mayoría de las personas.

Sunday, April 18, 2010

La revolución y el devenir siempre se encuentran en aquello que nos resulta invisible y está más allá del lenguaje, eso que es mudo y sólo podemos conocer a través de la experiencia sin entenderlo por medio de la razón: mientras más pura sea la luz más cegadora resulta.

Tuesday, January 19, 2010

La gente camina, cada quién hacía su rumbo. El aire suele ser denso. Huele a sudor. Los cuerpos tan cerca uno del otro, a veces chocando hombros, indiferentes al tacto. Qué pasaría si tocara la palma de la mano, sí la acariciara tenuemente, a cualquier extraño, hombre o mujer, no importa. Qué dirían sí en medio de toda esa gente se produjera un encuentro fortuito entre desconocidos, sí de repente, para no aburrirse, la gente comenzara a conversar los unos con los otros sobre los pensamientos que los acosan mientras miran el fluir de los automóviles. Suelo caminar por las calles en espera de un encuentro entre desconocidos. A veces, resignado, me conformo con un cruce de miradas: sí hay suerte, puede haber una especie de complicidad. Una pequeña broma en común, la risa que causa la mirada desorbitada de los peces encerrados en una enorme esfera de cristal. Lo más sublime que he podido imaginar es un encuentro sexual entre dos ancianos desconocidos. La carne mortecina que de pronto en una esquina vuelve a sentir lascivia por un error en el sentido normal de las cosas. Una mujer sola, deprimida por la muerte de alguien más joven, se encuentra con ese vagabundo que nunca tuvo una verdadera familia. Así son mis fantasías: que la gente moribunda, por azar, reviva en un paseo diurno que con júbilo se vuelve oscuro.

Sunday, January 17, 2010

La forma en el arte es algo muy simple: imponer una serie de reglas distintas a las que sigue todo el mundo y cuidar de romper cada regla sólo una vez en la obra. Crear esas reglas a partir de nuestra filosofía sobre la representación, pero al mismo tiempo dejar ver que sucede cuando estas nos las imponemos aleatoriamente, solo por experimentar. De esas reglas surge un estilo. Todo esto de verdad es muy simple, sin embargo no hay que olvidar que fue así como se creo el universo. Y aún así detesto el formalismo, cómo si el arte fuera igual a una ciencia, y no, el arte debe ser superior. Utilizar la forma para lo que se creo: una forma de enunciar, regularla para no caer en el desorden y lo ilegible, pero fuera de eso no preocuparse por ella. La forma es tan solo el primer paso, como aprender a hablar. Es cierto, es algo necesario, pero no olvidemos que cualquiera puede aprender a hablar, lo extraordinario no surge de ahí.

La revelación que se pierde en un instante, la fugacidad de un rayo de luz: la paz, solo un momento. Pero vaya regocijo. Renacer, como morir, no tiene una duración medible. Los momentos en que la realidad la palpamos de la manera más intensa también es cuando el mundo parece que se nos desvanece, porque no estamos acostumbrados a percibir con los sentidos exaltados, lo cotidiano es que estos estén dormidos, que sean presa del hábito. La iluminación es un aturdimiento incomunicable. Y a veces ni nos damos cuenta que está ahí. Por eso es que hay que desconfiar de la razón consciente: nunca aprehende lo más íntimo. No hay confesión verdadera, aunque sea hacía nuestros adentros. La máxima aspiración: ser un autómata espiritual.

Friday, December 04, 2009

Hablar y pensar: la misma cosa. No se hablar. Eso he descubierto. El que no habla tiene una parte de su mente bloqueada. No creo en los genios que no conversan. Debo volver a aprender a hablar. Sí la humanidad se diera el tiempo de hacerlo seguramente viviríamos en un mundo menos alienado. No volcar vanas palabras como en una cafetería llena de señoras pudientes, sino redescubrir la esencia de la lengua, que es descubrir lo desconocido por medio de las palabras. Expandir mi mundo, porque cómo diría Wittgenstein, los límites del lenguaje son los límites del mundo. Hablar, por lo tanto, crea nuevos mundos, cuando se le habla al individuo correcto. Me fascina ese encuentro azaroso entre quién habla y escucha. En medio, el vacío, porque el mensaje nunca llega a su receptor si no distorsionado. Y la memoria igual, parte del azar, como demuestra Proust. Los engranajes del azar siempre están en funcionamiento cuando las palabras del otro nos afectan, o cuando afectamos al otro. Esa tirada de dados es el arte mismo, por eso es muy correcta la expresión el arte de hablar. Seguramente se puede hacer arte de sólo hablar. El poeta David Antin lo ha demostrado. Y cierta clase de cine también.

En un mundo alienado el arte de hablar será un paradigma.

Plegaria

Desnudos frente a un público, sin ningún espejo en que vernos más que nuestro reflejo en los ojos del otro. Así es la creación. Cómo me gustaría acabar con el otro, reducirlo a nada, sin narcisismo, solo para poder ser, alguna vez, en algún momento. No para que se desvele la verdad, pero sí para ser auténtico. Pero no. Ni siquiera es una buena utopía. Me aburriría, y se sabe bien que el tedio es el infierno de los privilegiados. Pero infierno al fin.

Cuando escribo este tipo de cosas, olvido la importancia de disolverse. No quiero ser para no ser visto. Mejor así. Pero la verdadera paz es para los sabios, y yo perdí eso, no se cuando. La extraño. Ahora no me queda más que actuar con los ojos cerrados, guiado únicamente por los afectos que me brinda la intuición. Y sólo eso. Lo demás lo sabré al final del camino. Cuando pueda ver mi reflejo en los ojos del otro. Una chispa tenue, apenas un destello. Me conformaré con eso: encontrarme a mí mismo en mi propia perdición.

O encontrar a otro en mí mismo.

Sí. Mejor.

Así será.

Sunday, September 06, 2009

Últimamente me he preguntado mucho sobre la relación que existe entre improvisación, lenguaje, intuición e inconsciente. ¿Será posible, cómo pensaban los surrealistas, que algo se asome del inconsciente en lo que ellos llamaban "escritura automática" y que yo retomo cómo "actos de habla puros"? La improvisación que parte del lenguaje tiene al menos dos caras: la intuición, que es memoria sedimentada, y el inconsciente, ya que cómo enseña Lacan, el inconsciente está estructurado sobre el lenguaje.

Me baso en una premisa: parto de la ficción para llegar a la realidad, la realidad de que la construcción del yo es imaginaria, una ficción. Segunda premisa: la memoria es algo que inventamos, sin embargo en nuestra intuición hay algo verdadero de la memoria.

Tuesday, December 18, 2007

Fiesta

Una multitud, concebida en serie, se acercaba lentamente. Unos se imitaban a otros sin lograrlo del todo, de tal forma que en su pretensión de convertirse en copia de un modelo anterior poco a poco se habían convertido en un grupo bastante heterogéneo. He ahí lo que tenía en común, además de irse acercando todos al mismo tiempo hacia un abismo luminoso.

Thursday, December 21, 2006

Cuando me lo decían no lo podía creer: escribir es la expresión más personal que existe. Uno sólo se da cuenta de eso cuando
se escribe a la intemperie, donde la lluvia cae sobre el asfalto y borra el carbón que mancha las manos, impidiendo escribir más de una línea de palabras.

¿Pero entonces por qué siento qué el lenguaje es algo tan ajeno? ¿Será que me desprendo no para mí mismo sino para otro, anónimo, quizá indiferente, pero siempre indeleble?

Monday, December 18, 2006

Lo absurdo también puede ser metáfora: terrible deconstrucción de la poesía.