Friday, September 24, 2010

"Imposible perdonar a quien nos ha hecho daño, si ese daño nos ha rebajado. Mejor pensar que no nos ha rebajado, sino que ha elevado nuestro verdadero rango.

"Perdonar. No se puede. Cuando alguien nos ha hecho daño, se crean determinadas reacciones dentro de nosotros. El deseo de venganza es un deseo de equilibrio esencial. Búsquese el equilibrio en otro plano. Hay que llegar por sí mismo hasta ese límite. Allí se palpa el vacío. (Ayúdate a ti mismo, y el cielo te ayudará...).

"La búsqueda del equilibrio es mala porque es imaginaria. Hasta el que uno mate o torture de hecho a su enemigo es, en cierto sentido, imaginario.

"Tragedia de quienes, al término de un tiempo determinado y habiéndose conducido por amor al bien por una vía en la que hay que sufrir, llegan a su límite y se envilecen.

"Toda forma de recompensa supone una degradación de energía.

"El contento de sí mismo por una buena acción (o una obra de arte) constituye una degradación de energía superior. Por eso la mano derecha debe ignorar...

"No ejercer todo el poder de que se dispone es soportar el vacío. Ello va en contra de todas las leyes de la naturaleza: sólo la gracia lo puede conseguir.
La gracia colma, pero no puede entrar más que allí donde hay un vacío para recibirla, y es ella quien hace ese vacío.

"Amar la verdad significa soportar el vacío y, por consiguiente, aceptar la muerte. La verdad se halla del lado de la muerte.

"Descender a la fuente de los deseos para arrancarle la energía a su objeto. Allí es donde, en cuanto a energía, los deseos son verdaderos. Lo falso es el objeto. Pero al separar un deseo de su objeto, se produce un indescriptible desgarro del alma.

"No hay que buscar el vacío, porque disponer el pan sobrenatural para llenarlo sería como desafiar a Dios.
Tampoco hay que huir de él.

"Si el grano no muere... Debe morir para liberar la energía que lleva en sí con el fin de que se formen a partir de él otras combinaciones. De igual manera debemos de morir nosotros para liberar la energía afectada y adquirir una energía libre suscepitble de amoldarse a la verdadera filación de las cosas.

"No hay que ser yo, pero aún menos nosotros.
La ciudad brinda la sensación de hallarse en casa.
Tener en el exilio la sensación de hallarse en casa.
Arraigarse en la ausencia de lugar.
Desarraigarse social y vegetativamente.
Exiliarse de toda patria terrestre. Hacerle todo eso a otro, desde afuera, es un sucedáneo de la descreación. Es producir irrealidad.
Con el desarraigo se busca más realidad.

"No deseo que este mundo creado ya no me sea sensible, sino que no sea por mí por lo que sea sensible. A mí no puede revelarme su secreto, demasiado elevado. Váyame yo, e intercambien sus secretos el creador y la criatura.
Ver un paisaje tal como es cuando no estoy allí.
Cuando estoy en algún sitio, profano el silencio del cielo y de la tierra con mi respiración y los latidos de mi corazón."

Simone Weil, La gravedad y la gracia

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